INFINITO
En Infinito luz y agua son los componentes principales. Cuando tocas la pantalla, el paisaje se disuelve en agua y fluye respondiendo a cada gesto.
No estás solo mirando, estás entrando y transformando el espacio. Cada toque crea ondas que se extienden, regresan y vuelven a iniciar. Explora a tu ritmo, juega con la luz, descubre que eres parte de este flujo sin fin.
En este espacio que parece un lienzo líquido, también emergen paisajes fractales: patrones infinitos que se repiten y expanden, envolviendo tu atención. A medida que interactúas, tu mente comienza su propia transformación, encontrando orden en lo complejo y descubriendo conexiones internas.
Cada movimiento o cercanía a la pantalla altera la textura luminosa. La sala se vuelve un espejo vivo de tu energía y creatividad, recordándote que tus acciones generan ondas en el entorno. Disfruta este diálogo entre cuerpo, luz y pensamiento, y permite que la experiencia te conecte con la espontaneidad del momento.